Algún lector ha sonreído nada más leer el título o ha pensado por un segundo "leer esto me va a gustar"? Si es así os aplaudo, todavía guardáis al chiquitín que fuisteis hace un tiempo.
Bueno quiero escribir de la que es para mi una etapa preciosa de la vida pero tristemente muy corta e irrepetible. La infancia.
Sí, aquellos años en los que arranca tu vida, en los que todo te parece nuevo y todo te encanta!
La cara de un adulto haciendo una broma te hacía tronchar de la risa durante un buen rato...
Tu maestro/a era la persona más grande y tus padres lo sabían todo!
Los personajes de dibujitos ejemplos a seguir y con 50 centimos eras el más rico del planeta.
No llevar los deberes... la vergüenza y el miedo más grande; Un juguete nuevo... la felicidad plena.
Teníamos tantas ganas de vivir al 100%, nunca queríamos irnos a la cama, y eramos los que despertábamos a nuestra familia el fin de semana!
El día de Reyes... no había nada comparable a él salvo cuando cumplías un añito más y venían todos tus amigos a casa!! =D
Tenías novio/a ¡¡Y a veces el/ella no sabía que lo érais!! xD y cuando lo sabía el paso más grande era darle un piquito o cogerle la mano.
Te ahogabas en llanto cuando tus compañeros descubrían que te gustaba alguien y lo cantaban en alto y esa persona se enteraba.
Creías en la magia, en el ratoncito pérez, en los reyes, en papá noel... creías en todo!!
Soñabas con poder volar, con cruzar paredes, con que tus muñecos sentían tanto o más que tú.
Cada día para ti era lo mejor que te podía pasar.
Un abrazo de tu madre era el regalo más grande, y solo de imaginarte perderla te querías morir.
Debemos aplicarnos un poco de la filosofía que teníamos hace unos años; porque adulto eres toda la vida, y lo único que te puede hacer volver es guardarle un sitio en tu alma al niño que fuiste, y las generaciones que lo están siendo ahora.
Con cariño y con mi alma,
Andy
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